Amortizar autocartera
Se conoce en el argot bursátil por amortización de cartera al negocio que lleva a cabo una sociedad cuando, contando con capital líquido, destina el mismo o parte del mismo a la compra de parte de sus propias acciones en el mercado.
La amortización de autocartera es un hecho que favorece a los accionistas en general de dicha empresa y en particular a los de largo plazo.
Amortizar autocartera supone en la práctica, la supresión de las acciones propias compradas por la sociedad.
Al suprimirse dichas acciones, habrá menor número de ellas en circulación, por lo que a cada una de las acciones que quedan le corresponderá un mayor porcentaje en el patrimonio de la sociedad. En la práctica, el valor de la empresa es el mismo que antes de llevarse a cabo la amortización de autocartera, es decir, la empresa tendría el mismo número de fábricas, empleados, inventarios, cartera de clientes inmuebles, créditos, filiales, ect, sin embargo, al existir menor número de acciones entre las que repartir todos esos activos, dichas acciones tendrán mayor valor.
El aumento del valor de las acciones de una empresa tras llevar a cabo una reducción del capital por amortización de autocartera no es temporal sino permanente, toda vez que las acciones recompradas por la sociedad acciones dejan de existir a partir de ese momento y todos los aumentos de beneficios y dividendos que se produzcan a partir de entonces recaerán sobre las acciones que queden tras la reducción de capital. Por ello, la amortización de autocartera por parte de una sociedad trae consigo una mejora en el beneficio
por acción (BPA) y en el dividendo por acción (DPA), mayores que si esta amortización no hubiera tenido lugar.
Artículo de Carmen Muñoz publicado en El Correo de Andalucía el 11/03/2015 sección Economía/Bolsa