Fondo de Inversión en Japón
Albert Enguix. Gestor de GVC Gaesco Gestión
Cuando en el año 49 a.C. César llegó a orillas del Rubicón, después de unos momentos de reflexión acerca del peligro que entrañaba franquear dicho río se decidió a vadearlo, diciendo: Alea jacta est (La suerte está echada). Sabía que este hecho desataría la Guerra Civil contra Pompeyo. Pero no porque ese río marcara el límite de Italia con el resto de provincias, sino porque ningún gobernador podía salir con su ejército del territorio asignado sin consentimiento.
Pompeyo, consternado ante el rápido movimiento de su enemigo, huyó de Roma con numeroso séquito de senadores y aristócratas, y César entró en la capital sin derramar una gota de sangre, persiguió a los fugitivos hasta el mar y marchó a España para combatir al ejército de Pompeyo.
Con los años, “cruzar el Rubicón” significó dar un paso adelante hacia un objetivo sin mirar hacia atrás. Esto es, sin duda, lo que hizo el primer ministro Japonés Shinzo Abe en materia económica cuando fue elegido Primer Ministro de Japón a finales de 2012, después de 3 años de gobierno del Partido Demócrata. El hecho de cruzar el Rubicón inició una extensiva política acomodaticia para sacar a Japón de la larga atonía de más de 15 años de crecimiento zero y baja inflación. Al igual que César, Abe sabe que volver atrás o cambiar de rumbo puede resultar incluso más perjudicial para el país.
¿Cuál es el objetivo del Primer Ministro? Reactivar la economía mediante un plan de estímulos económicos denominado ¨Abenomics¨. El plan posee varias estrategias de expansión económica, entre ellas una política monetaria muy expansiva para poner fin a la deflación que obstaculiza al país durante estos últimos quince años.
La expansión monetaria sin precedentes impulsada por el Banco de Japón está funcionando para superar la deflación, y las autoridades presionarán lo necesario para alcanzar el objetivo de inflación del 2 por ciento.
Según el presidente del Banco de Japón, la combinación del rápido crecimiento de Japón, el aumento de las expectativas de inflación y las bajas tasas de interés a largo plazo indicarían que la economía “está avanzando de forma continua hacia la superación de la deflación“.
El plan de reforma económica de Abe, que los medios han bautizado como ¨Abenomics¨, incluye además un programa de compra agresiva de bonos por parte del Banco de Japón y una importante ampliación del gasto público. Cabe añadir también la decisión adoptada por el fondo de pensiones del país de comprar títulos de renta variable.
Por el momento, las ventajas de la¨Abenomics¨ se han limitado básicamente a unas importantes revalorizaciones en los precios de los activos.
Nuestro fondo GVC Gaesco Japón no ha estado exento, ni lo está, de estas impresionantes plusvalías. El fondo posee unas características especiales que lo hacen, sin lugar a dudas, distinto al resto: su marcado sesgo hacia compañías que dependen principalmente del consumo interno del país. Está compuesto básicamente por empresas de consumo, retail, transporte que ofrecen sus servicios a nivel doméstico y, por lo tanto, el componente exportador no es relevante. Empresas como Central Japan Railway (primera empresa de transporte ferroviario del país), Nomura Holdings (Gestión de Activos), Obayashi (principal empresa de edificación y construcción del país) o Fanuc (empresa de componentes electrónicos) serían ejemplos claros de los componentes de la cartera.
De esta forma, me atrevo a comparar la filosofía de inversión con el objetivo económico del Primer Ministro, pues la correlación entre las dos es muy elevada: “Reactivación del consumo Japonés”
Creemos que, en estos momentos, el objetivo del Primer Ministro se está consiguiendo, y pronto se verá reflejado en el crecimiento de la demanda interna del país. Uno de los primeros pasos lo hemos conocido esta semana con el anuncio del incremento de los salarios para incrementar la renta disponible del ciudadano. Este aumento se verá reflejado en el incremento del consumo.
Al igual que dijo Cesar: “Alea jacta est”.