Aunque las ventas cayeron un 4%, la compañía ha logrado situar su cartera de pedidos en máximos, hasta 223.000 millones de dólares.
La compañía ha explicado que en este segundo trimestre del año el contexto económico ha mejorado y apunta que lo sigue haciendo. Asegura que la demanda desde países emergentes sigue siendo resistente, que Europa mejora –aunque sigue preocupando- y que las peticiones de los clientes estadounidenses son las que más han crecido en este periodo. Concretamente, de marzo a junio aumentaron un 20%.
La generación de efectivo y la política de reducción de costes han permitido a la compañía reducir el nivel de endeudamiento hasta 4,5 veces Ebitda, desde 5,2 veces de un año antes.