La prima de riesgo
Se puede definir la prima riesgo como la diferencia de rentabilidad entre dos activos similares. Mide la diferencia de riesgo que existe entre ambos, señalando al inversor cuál de ellos es más fiable.
Se le denomina “prima de riesgo” porque mide la rentabilidad que exigen los inversores para comprar los bonos del inversor menos fiable de los dos comparados.
Lo habitual es medir la prima de riesgo entre el emisor más fiable de una zona y el resto de emisores de esa zona. En Europa, en la actualidad, se suele tomar como referencia el bono alemán a 10 años, ya que se considera que Alemania es el país más fiable para prestarle dinero.
Para calcularla restamos los porcentajes de ambos bonos y la diferencia resultante nos dará la prima de riesgo.
Un “punto básico” es una centésima de punto porcentual. Un 1% son 100 centésimas, y por tanto 100 puntos básicos.
A modo de ejemplo, podemos decir que si el bono alemán a 10 años ofrece una rentabilidad del 1,50% y el bono español a 10 años da una rentabilidad del 3,00%, la prima de riesgo sería de 150 puntos básicos.
La prima de riesgo varía constantemente, en función de cómo lo hagan las cotizaciones de los bonos que forman la comparativa, toda vez que la prima de riesgo se calcula con los bonos que ya están emitidos, y por tanto cotizan a diario en el mercado secundario.
La prima de riesgo constituye la opinión del mercado -por ello, se trata de un dato subjetivo- respecto del riesgo que existe en ese momento entre invertir en España e invertir en Alemania. No supone un análisis frío de la realidad de cada país, sino el resultado de las emociones del conjunto de inversores en cada momento.
Artículo de Carmen Muñoz publicado por El Correo de Andalucía el 03/02/2015