MANOS FUERTES (y II)
Nos referíamos días atrás a los denominados manos fuertes, es decir, a los
grupos de entidades financieras o personas que por su enorme capacidad monetaria pueden mover los precios de los activos negociados en bolsa, y por
ello, los índices bursátiles en la dirección que más les interese en un determinado momento.
Lo que debe descubrir el pequeño o mediano inversor es la intención de esas
manos fuertes, es decir, si sus maniobras están orientadas hacia la manipulación del precio de un valor al alza o la baja, para así poder adaptarse a dicha tendencia y no terminar nadando contracorriente hasta que
la corriente bursátil negativa le termine arrastrando.
Un supuesto práctico de ello, lo observamos cuando un valor está en fase
lateral durante bastantes semanas y no predomina ninguna tendencia. Si, en
ese momento, las manos fuertes deciden impulsar dicho valor al alza,
aprovecharán que el precio se encuentre situado cerca de su techo (dentro del
canal lateral en el que lleva tiempo moviéndose) para introducir órdenes de
compra con grandes cantidades de dinero y mediante ese movimiento, crear
expectación y llamar la atención de los pequeños inversores para que les
sigan.
Una vez que los precios del valor elegido por las “manos fuertes” inician su
carrera alcista, durante un periodo de varias sesiones e incluso varias
semanas, se le sigue inyectando dinero para que los pequeños inversores
también compren.
Cuando las últimas compras las llevan a cabo tan solo las “manos débiles”,
será el momento de que las “manos fuertes”, hagan caja con las plusvalías
obtenidas, por lo que, cuando las acciones lleguen a un nivel de cotización
determinado, las manos fuertes, comenzarán a vender de forma rápida e
intensa, quedando atrapadas en el valor las manos débiles.
Artículo de Carmen Muñoz publicado en El Correo de Andalucía el 10/04/2015 sección Economía/Bolsa