
Previsiones económicas para el año 2020
Nos enfrentamos a día de hoy a un dilema parecido al que se nos planteaba, a finales de 2018, a la hora de aventurar las previsiones económicas del año que está a punto de nacer, 2020.
Como el 2019, el año que viene, va a venir cargado de volatilidad en los mercados. Ello no obstante, de la misma forma que ha venido acaeciendo en este ejercicio, no va a menguar las oportunidades de obtener beneficios con nuestra inversión.
Los mayores riesgos a los que se enfrenta la economía mundial, a saber, la guerra comercial EEUU-China y el Brexit vienen ya arrastrándose desde 2019 y, ambos, empiezan a enfilar una solución razonablemente positiva para el crecimiento de 2020. Estas positivas circunstancias alejan, de momento, el peligro a una recesión económica mundial y hacen prever un fase de crecimiento estable, sustentado por un nuevo acuerdo comercial entre EEUU y China, el descarte de un Brexit duro y por los estímulos fiscales de los Bancos Centrales.
Estas positivas circunstancias hacen que algunos analistas, lejos de ver una recesión en el horizonte actual, esperen incluso un repunte moderado en el crecimiento económico mundial el próximo año.
Otro importante dato a tener en cuenta es, sin duda alguna, la celebración, el mes de noviembre de 2020 de elecciones presidenciales en Estados Unidos. Esta circunstancia, históricamente ha beneficiado a la bolsas mundiales en general y a la bolsas americanas en particular, ya que, si se comparan las últimas diecinueve convocatorias electorales a la presidencia de Estados Unidos, de ellas, tan solo en dos ocasiones la bolsa ha sufrido pérdidas, habiendo obtenido ganancias en los diecisiete años restantes –piénsese que el ciudadano medio americano tiene gran parte de sus ahorros invertidos en renta variable y al votante hay que tenerle satisfecho-.
Asimismo, la convocatoria de elecciones hace prever que la Reserva Federal no eleve tipos de interés antes de las elecciones estadounidenses de 2020 y, por ello, una mayoría de analistas espera que los Mercados Bursátiles sean el mejor activo en el que invertir en 2020.
Más difícil de predecir es la situación de España durante el año 2020, en tanto que esta se verá influenciada por la formación de un nuevo gobierno, de su fortaleza o debilidad y, como consecuencia de ello, de su estabilidad durante un periodo razonable de tiempo o, por el contrario, el panorama de unas terceras elecciones.
Las previsiones de crecimiento de la economía española, aunque algo menores de los dígitos de 2019, se espera que sean del 1,5% del PIB en 2020, siempre por encima de la media de la Unión Europea que se estima en un 0,7.
Esto, unido al hecho de que, el principal índice bursátil español, el Ibex-35 cotiza con un PER de 13,5 veces beneficios, por las 16,2 veces de media en los índices europeos, hacen del índice español un mercado muy atractivo a los ojos de los inversores.
El plus de volatilidad con el que parecen van a contar los mercados en 2020 aconseja invertir en empresas de alta rentabilidad por dividendos, poca deuda e intentar eludir aquellas sociedades más cíclicas.
Los inversores con un perfil más agresivo y que buscan mayores rentabilidades podrían apostar por los mercados de renta variable de países emergentes, eso sí, a cambio de un mayor riesgo inversor.
Resumiendo, nos enfrentamos a 2020 en unas circunstancias parecidas a como lo hacíamos con 2019, y, entre algunos nubarrones, parecen solucionarse alguno de los principales problemas que nublaron el segundo semestre del año en curso. Todo hace prever que la renta variable podrá continuar su ascenso, al menos hasta el próximo mes de noviembre y, los mercados con mejores perspectivas son, sin lugar a dudas, los mercados de renta variable europeos.