Qué es un Chicharro
En el mundo bursátil denominamos chicharros a aquellos valores que su nivel de capitalización es muy bajo y su riesgo muy elevado. Los chicharros sufren grandes oscilaciones en su cotización por lo que son objeto de especulación. Son muy fáciles de manipular, pudiendo ser víctimas de rumores.
Operar con este tipo de valores puede ser muy complejo, ya que conlleva mucho riesgo. Encontramos inversores a los que les gusta este tipo de operaciones y otros a los que no. Podemos hacernos varios planteamientos sobre los chicharros. Uno sería si merece la pena el riesgo para obtener esa mayor rentabilidad. Si le preguntamos a un experto en chicharros nos diría que por supuesto que merece la pena. Otro planteamiento que podríamos hacernos es la posibilidad de perder nuestro dinero. Lo cierto es que estos valores suelen tener precios reducidos, lo que hace que sean muy arriesgados pero con una pequeña variación en el precio se obtienen unos pingües beneficios.
Se trata de pequeñas o medianas empresas que pueden sufrir fuertes variaciones bursátiles al tener poca negociación, pero algunas de estas pueden tener un fuerte recorrido en Bolsa por varios motivos principales: por ser pequeñas empresas en sectores nuevos y con un gran potencial de crecimiento, por salir de una situación de suspensión de pagos o por una mejora en su cuenta de resultados o en sus expectativas.
Los chicharros pueden tener oscilaciones diarias en su cotización entre un 10 y un 15%. Los inversores pueden beneficiarse de las enormes revalorizaciones que pueden obtener. Se han dado casos de empresas que han acumulado unas revalorizaciones anuales de entre un 50% y un 100%.
Este tipo de operaciones no son recomendables para un inversor conservador o con la intención de posicionarse en el ahorro, sino para inversores con un perfil más agresivo.
Artículo de Carmen Muñoz directora de AbcBolsa.com publicado en la sección de Economía Bolsa de El Correo de Andalucía el 14/2/2015