Riesgos de la Renta Fija
Existe el convencimiento generalizado a pensar que invertir en renta fija es invertir sin riesgos. Nada más lejos de la realidad. En los productos de renta fija el inversor le presta su dinero a una entidad emisora durante un tiempo pactado con la condición de recibir a cambio un interés periódico, lo que llamamos una renta fija y la devolución del préstamo al finalizar el tiempo estipulado.
Cuando invertimos en renta fija, podemos esperar al vencimiento para rescatar nuestro dinero o vender nuestros títulos en el mercado a un posible comprador si necesitamos nuestro capital.
En momentos como el actual, con los tipos de interés en mínimos históricos, uno de los riesgos que asumimos al invertir nuestro dinero en productos de renta fija es que difícilmente el tipo de interés pueda bajar más, pero ante pequeñas variaciones al alza en los tipos y ante la necesidad de recuperar nuestro dinero, tendremos que vender nuestros títulos por un precio menor que el precio al que compramos.
A modo de ejemplo: Imaginemos que compramos un bono de 1.000€ de valor nominal a un tipo del 1%, lo que significa que genera 10€ anuales. Si dentro de un año los tipos de interés suben, nuestro bono seguirá rentando 10€ anuales, pero los emisores de títulos nuevos ahora ofrecerán rentabilidades mayores, pongamos al 2%. Si los inversores ahora tienen la oportunidad de comprar nuevos bonos, como el que tenemos pero que ofrecen un 2%, la única opción será vender el nuestro por debajo de su valor nominal, esto es, a menor precio de los 1.000€.
A esto se le llama riesgo de mercado y este riesgo será mayor cuanto más amplio sea el plazo de amortización del título. Existen también el riesgo de liquidez y riesgo de crédito.
Artículo de Carmen Muñoz publicado en El Correo de Andalucía el 24/02/2015 Sección Economía Bolsa