Invertir en países emergentes
Se conocen como países emergentes a aquellos, fuera de la órbita occidental,
cuyas economías están en fase de despegue o en pleno auge. Podemos encuadrar
dentro de esta denominación en la actualidad a países tales como Brasil,
México, Corea del Sur, Vietnam, India, etc.
Las formas de invertir en los mercados emergentes son las mismas que en los
mercados maduros, aunque existen una serie de condicionantes a tener en cuenta
ya que tanto nuestro conocimiento como el acceso a la economía de dichos
países siempre será menor que el de los países de nuestro entorno.
Asimismo, tendremos que luchar contra el tiempo, ya que será
prácticamente imposible para el inversor llevar a cabo el análisis de
todas las empresas que cotizan en las bolsas de los distintos países.
Sentado lo anterior, las dos maneras de invertir en las bolsas de estos países
serán mediante la compra de Fondos de Inversión o de ETFs que inviertan
directamente en dichas bolsas, o, mediante la compra directa de acciones.
Si el inversor compra directamente acciones en los mercados
emergentes, deberá conocer dichos mercados, aunque, generalmente, se ahorrará
el coste de gestión del Fondo. El principal inconveniente de
la compra directa de acciones por parte del inversor estriba en la mayor
cantidad de capital que necesitará para llevar a cabo su inversión. Asimismo deberá tener un mayor conocimiento tanto de la economía como de la legislación del país en el que invierte.
Invirtiendo en Fondos de Inversión o en ETFs, se obtiene la ventaja de que son
los propios gestores de dichos productos, profesionales con conocimiento de dichos mercados, los que deciden en todo momento qué comprar y donde. De igual forma, la necesidad de capital es menor y, normalmente, la inversión estará más diversificada.
Insistimos en que un asesoramiento profesional independiente es elemental.
Artículo de Carmen Muñoz publicado en El Correo de Andalucía el 27/01/2015